Perfiles de protesta creativa y pacífica 2017

Fogones y ollas con sopa para rechazar a Nicolás Maduro en Carabobo

Leomara Cárdenas

Cuando se cumplía el día 95 de las jornadas de protestas de 2017, convocadas por la oposición venezolana, en Carabobo los ciudadanos dieron un giro a las tradicionales manifestaciones, donde se armaban con pitos, banderas y pancartas para rechazar las políticas del gobierno de Nicolás Maduro.

El 4 de julio la dirigencia del bloque unitario llamó a un trancazo. En Valencia los ciudadanos que habitan hacia el norte atendieron el llamado como lo hacían de forma habitual. Pero esa jornada de 12 horas que iniciaba a las 6:00 am y culminaría a las 6:00 pm, tomó un giro: ollas y fogatas de leña se apoderaron de las calles. Esta vez querían sumar más personas para que el mundo se enterara del rechazo que sentían hacia el gobierno nacional.

En el Paseo Cuatricentenario de Valencia, fueron seis inmensas ollas de sopa las que hirvieron ese día. La gente se sumaba a participar en las jornadas de protesta. La acción de brindar alimentos acercó a más de un vecino y otros que residen al sur de la capital carabobeña se congregaron en ese lugar, con la intención de tener un bocado de comida.

Esta modalidad se extendió a lo largo de los días sucesivos en los que se convocó trancazo o plantón nacional. Las réplicas se vieron en los puntos que fueron emblemáticos durante esos días de rebeldía: en el distribuidor El Trigal, Avenida Bolívar Norte de Valencia. Palma Real, Mañongo, Avenida Universidad y Avenida Valencia, estas dos últimas del municipio Naguanagua, mientras que en San Diego también se prendieron fogones en la Avenida Don Julio Centeno.

El rechazo al gobierno de Nicolás Maduro se convirtió en una oportunidad para repartir, entre quienes no tenían para comer, una ración de sopa.

Mujeres prepaparando sopa en la vía pública, periódico La Calle, Valencia, 2017.

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